Sumergidos en una economía de una marcada volatilidad y que no da señales de recuperación, en el mercado de la carne aún hay una importante participación y cantidad de hembras en la faena. Precios bajos, aumento de costos y pocas expectativas para una mejora en el corto plazo, solo el aumento de los volúmenes exportados muestran números esperanzadores.
Precios
Sin duda si hay un indicador que define la viabilidad del negocio ganadero, es el del precio. En un contexto macro difícil, el consumo no manifiesta valores importantes. En ese entorno, y con bajos precios, el productor ganadero está obligado a vender mayor cantidad de hacienda para lograr cubrir sus obligaciones. Esto deriva en un crecimiento en la oferta de carne en un mercado de poca demanda. Como resultado, se genera un círculo vicioso que impacta en precios más bajos.
El manejo de terneros para invernada tiene un comportamiento claramente estacional, con picos en abril y mayo, y mínimos que generalmente se manifiestan en noviembre.
El impacto de la seca que se dió en gran parte del país afectó esta estacionalidad, mostrando un comportamiento diferente al de otras zafras. Ya durante Febrero se aceleró el movimiento de terneros con destino a invernada y a fines de marzo se habían movido casi un 40% más que el promedio de las últimas 5 campañas (2013 a 2017). La diferencia siguió creciendo hasta Abril inclusive y recién comenzó a caer a partir de mayo. A pesar de esto, el acumulado a Julio es un 7,8% superior al de 2017 y un 14,4% superior al de 2016.
Se podría pensar que la oferta temprana de terneros impactaría en el precio de la invernada, pero al relacionar el precio de la misma con el precio del novillo, en líneas generales no difiere mucho del comportamiento histórico. Con cotizaciones menores a las esperadas, los precios reales no mostraron diferencias inferiores al 4% respecto del precio esperado durante los primeros 5 meses del año. Recién en Julio y Agosto el comportamiento del precio del ternero respecto del novillo tuvo una variación respecto de su comportamiento histórico, con un precio del ternero respecto del novillo de un 10% por debajo de lo esperable para julio y un 8% para agosto
Como dato a tener en cuenta, en los primeros 7 meses de 2018, el número de cabezas faenadas fue el más importante desde 2010. Este aumento se explica principalmente por la mayor participación de hembras, que demostraron un aumento proporcional mucho mayor al de los machos. Según datos del Ministerio de Agroindustria en los primeros 7 meses del 2018 se faenaron 7.734.619 cabezas, lo que representa un 8,84% más que los 7.106.390 en igual período del 2017. Creció un 3,63% el consumo interno con respecto al año pasado, con 1.485 miles de toneladas, por sobre las 1.433 miles de tn. del 2017. Por otro lado, los números del IPCVA, indican que el incremento en la faena del 2018 en relación al 2017 fue de 15,2% para las hembras y 4,1% para los machos. Con un 42,5% promedio de hembras para faena en los primeros 7 meses del año 2017, hoy a lo que va de 2018, ese número asciende al 44,9%.
Datos positivos en exportaciones
Las exportaciones crecieron en un 58,89% en relación al 2017. Teniendo en cuenta que representan el 15,2% de la producción total nacional, mientras a igual período del año pasado representaban sólo el 10,5% de la producción, éstas muestran otro índice positivo. Hasta Julio inclusive se han exportado 266.907 tn aproximadamente. El máximo volumen histórico exportado ocurrió en 2005 con un volumen de 771.427 tn un 24,6% de la producción total.
