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Entrevista con Juan Manuel Barrero, especialista en la tributación vinculada al sector agropecuario.

   Escuche a continuación el audio de la nota completa a Juan Manuel Barrero.

Juan Manuel Barrero es contador, socio de Barrero & Larroude, firma de impuestos, auditoría, finanzas y gestión para el agro.

Entrevistado por ESPACIO PRIMIA respecto del panorama impositivo en el sector advierte que el agro tiene una presión tributaria “excesiva” a pesar de lo cual  “es un sector competitivo que sigue produciendo” sin que lo afecte directamente la recesión y por eso “va a ser un foco de recaudación”.

Considera que puede haber un aumento de retenciones que “no se va a poder soportar y va a generar rechazos”.

Lamenta que la Argentina “es el país que más carga de impuestos al sector” y como eso frena el dinamismo económico en los pueblos del interior.

Claves para “surfear” la coyuntura, las Agtech del campo y todos los temas de interés, analizados por el especialista.

“El panorama de los impuestos en el sector es un tema muy importante en las decisiones de los productores –resalta Juan Manuel Barrero-. Para muchos empieza a ser muy importante; muchos otros están más focalizados en la producción y cuesta ponerlo más en la agenda.

“La presión tributaria en el sector agrícola ganadero es excesiva y no veo un panorama de reducción fiscal, sino todo lo contrario, de aumento. No veo tampoco un panorama de reducción de retenciones, sino más bien lo contrario, creo que  se puede dar un aumento.

“Es un sector competitivo que sigue produciendo, al que no le afecta directamente la recesión económica argentina que estamos viviendo y va a seguir produciendo. Va a ser un foco de recaudación para las arcas del Estado, en definitiva”.

– Con números tan finos hoy el productor se tiene que poner el traje de empresario y ver de qué manera hacer frente a estos números para que su empresa no trabaje a pérdida, no?

– Si, totalmente. Creo que instituciones como AAPRESID, AACREA, están trabajando mucho en el perfil empresario del productor. También muchas  de las nuevas generaciones están acelerando ese proceso. Muchos van a seguir con un modelo tradicional de producción, pero el sector tiene una particularidad y es que hay muchos early adopters que es la gente dispuesta a adaptarse a  diferentes cuestiones.

Con los impuestos empieza a haber espacios de colaboración. Nos toca mucho trabajar con grupos CREA para dar charlas respecto de los temas fiscales, ponerlos en agenda y ayudarlos a resolver sus problemas.

El productor es un empresario que no fija precios y a nivel empresario se gerencia a partir de ser óptimos en costos, reducirlos y mejorar la rentabilidad por la inversión. Parte de esos costos son los fiscales.

– ¿Y de qué manera se puede trabajar para reducirlos?

– Hay diferentes estrategias de planificación fiscal dependiendo también de las actividades de la empresa. Entender cuál es la situación fiscal de la empresa, donde se están generando saldos a pagar o a favor con el Fisco que no se pueden recuperar y en base a eso tomar decisiones que pueda lograr esa reducción.

Tenés que sentarte con tu contador, a planificar todos estos temas.

– ¿Por qué considerás que impositivamente al sector se lo castiga tanto con relación  a otros rubros de la economía?

– El sector representa casi el 10% del PBI; el 60% de las exportaciones. El 11% de la recaudación es la producción primaria. Sin considerar todo lo que es transporte, insumos, maquinaria, solo la producción primaria.

Tiene una evidente influencia aportando a las arcas; los que toman las decisiones lo tiene bien claro y saben de dónde pueden sacar.

La contra es que todos sabemos lo dinamizador que es el sector en los pueblos del interior. La confianza dinamiza la economía de los pueblos y cuando la pierde de alguna manera deja de invertir y reserva valor en animales, en retener la cosecha, en ver cuánto vender. Es algo que al no haber reglas claras eso no permite dinamizar la economía y generar mayor producción.

En definitiva la mayor presión fiscal genera un retroceso de la economía y un sentido contrario a los productores de ir para adelante, seguir produciendo, incorporando tecnología en conocimiento en semillas, maquinaria, software. Todas las decisiones terminan mirando el corto plazo y es el síndrome de la Argentina que no puede salir.

– El caso paradigmático es del trigo, se bajaron las retenciones, creció la producción y se tributa más que con ellas.

– Tenés que tener un equilibrio y una justicia social, hay que distribuir la riqueza. Pero hay que entender que el sector privado es el generador del empleo y de la riqueza.

Cuando hay confianza se empiezan a mover los pueblos, lo palpas muy fácilmente. Lo hemos visto y no es lo mismo Bolívar en el 2007 que en el 2017. La confianza que había, las inversiones que empezaban a llegar a los pueblos del interior, hasta de empresas extranjeras, todo eso se vio parado y frenado por falta de confianza.

La presión fiscal atenta contra esa confianza y la falta de reglas, también.

– Hay un tufillo a aumento de retenciones. La economía está parada y se vuelve a hablar que puede haber una nueva suba. ¿Lo ves factible?

– Pienso que se podría llegar a dar. Creo que no se va a poder soportar y va a generar rechazos. Los productores son los dinamizadores de la economía y no van a aceptar este aumento; hay que ver como se termina dando en caso de que algo así suceda. Para mi sería muy contrario a los intereses colectivos, no a los intereses del sector.

– ¿Que indicadores impositivos debería mirar un productor de carne o de leche al momento de cerrar un balance o equilibrar una posición mensual?

– Es importante que los productores vean la valuación de la hacienda. Hay un criterio impositivo para validar la hacienda y ver el costo fiscal del impuesto a las ganancias. Es importante que eso se planifique por lo menos tres meses antes. Entender cuánto va a ser el impacto fiscal y poder maniobrar siempre dentro de la ley haciendo una planificación.

El tema de la valuación fiscal de la hacienda es importante y es el tema principal a la hora del impuesto a las ganancias de estas compañías.

– ¿Hasta qué punto el productor se involucra con el tema impositivo? Depende cada empresa, se involucra o deja todo en manos del contador.

– La tendencia está cambiando y el cliente está más involucrado en los temas impositivos. Lo que más nos conviene es que los productores quieras saber, aprender, profesionalizase, porque terminan valorando mucho más el conocimiento.

Los grupos de productores nos están convocando mucho para que les demos novedades, para que los asesoremos y le demos dos o tres tips que puedan llevar a su contador. El tema está en agenda; es tan excesivo el costo que si no estuviera en la agenda sería preocupante. Es muy importante que el productor quiera entender y aprender, que se involucre porque no solamente toma mejores decisiones sino que también se valora mucho más el trabajo del profesional. Ya no es el trabajo de hacer una declaración jurada o llevar los libros contables, sino que empieza a ser un asesor que está en el día a día, que te acompaña, te ayuda a tomar decisiones y creo que eso está cambiando en la naturaleza del contador.

Como la tecnología también está cambiando el rol de la producción y como operamos productivamente, ya sea con tecnología de hardware o software. Dejamos de ser tenedores de libros y llevar la contabilidad para ser un aliado para la empresa y en la medida en que eso se profundiza se valoriza más al contador y empieza a ser alguien que le aporta más a la empresa.

– ¿Se ha avanzado en la digitalización de la información en temas contables?

– Desde ya que se está avanzando. Hay adoptadores tempranos que adoptan la tecnología la prueban, fracasan. Sin dudas hay que estar dispuestos a fracasar y a probar y lo digo como experiencia propia porque en el estudio nos pasa. Probar tecnología, ver cómo funciona, como podes adaptar y fracasar es parte del proceso. Los que tengan una actitud proactiva hacia la digitalización, la inversión en tecnología, van a tomar mayores oportunidades.

Es el camino porque al no fijar precios la tecnología permite mejorar la eficiencia en la toma de decisiones y obtener la información de manera más rápida, ágil y eficiente. Todos los sistemas de gestión que pueden existir en una empresa agropecuaria deben empezar a integrarse, a converger, para ir logrando esa eficiencia y que no haya duplicación de datos. Es un desafío muy grande para el sector en los próximos diez años.

– No sé si en otras provincias, pero al menos en Buenos Aires el tema de Ingresos Brutos, las percepciones a cuentas y los saldos a favor son tremendos.

– El sistema retentivo y preventivo es una deuda pendiente de la reforma tributaria y es necesaria para poder ser más competitivos; es muy injusto. Está en contra de los principios de equidad de los impuestos. En definitiva, se generan saldos a favor que no se pueden recuperar y el productor tiene que estar haciendo malabares, cambiando su modelo de negocios o cambiando su actividad principal para no seguir generando esos saldos.

Los primero que tenemos que ver es como se pueden frenar los saldos a favor y una vez que lo hiciste evaluar pedir la devolución de esos saldos, sabiendo que pedirla implica que vengan a ver tus números.

Hay que frenar la canilla que no se sigan generando saldos a favor, como primer paso en la estrategia.

– ¿Tenes dimensión de otros países que castigue con tantos tributos al sector agropecuario como lo hace la Argentina?.

– No, sin dudas la Argentina es el país que más carga de impuestos al sector. El sistema de recaudación fiscal, principalmente el de retenciones, pero también un montón de impuestos que no están relacionados a la capacidad contributiva de los productores. Argentina está por lejos con la mayor carga fiscal y presión a la actividad. De hecho en países como Estados unidos y Europa hay una tendencia más a subvencionar la actividad. En Argentina es todo lo contrario.

En Paraguay, Uruguay, Brasil, Bolivia es mucho menor la presión fiscal y por eso en algún momento los productores se han ido a producir y hacer sus inversiones a esos países.

Con lo cual cada uno tendrá que medir que riesgos quieren tomar. Pero sin dudas que la carga fiscal ha sido una gran influencia en la decisión de estos productores que han resuelto irse a otros países y por eso también nos han consultado mucho.

– Una pena enorme que en este país en lugar de pensar en generar más inversiones se hablen de moverlas porque la presión impositiva es muy difícil de llevar.

– Está naciendo una economía del conocimiento que son las Agtech. No tienen el campo acá y no están atadas a la Argentina, Pero también conozco gente que ha vendido sus campos en la Argentina y ha pasado a comprar en Uruguay. O el tema de tener campos en Argentina pero alquilan o comprar en otros países.

Los países compiten en la carga fiscal y eso es lo que atrae inversiones. En la Argentina vamos en contra de ese sentido.

Al campo no te lo podés llevar a otro lado, pero sin dudas la presión fiscal va en contra de la inversión.

– Mencionaste el tema de las Agtech. Aparte de tu actividad profesional sabemos que sos muy inquieto en torno a las start ups las economía del conocimiento. ¿Cómo se inserta todo eso en el sector agropecuario?

– Las nuevas generaciones van a liderar las trasformaciones en las empresas agropecuarias familiares. La idiosincrasia de nuestro sector son las empresas familiares en un 99%; entonces creo que las nuevas generaciones tienen el rol de incorporar estas tecnologías y la Argentina tiene una gran oportunidad.

Somos una cementera de ingenieros agrónomos para el mundo, de conocimiento para el mundo. Mercado Libre es una empresa de conocimiento y es la que más vale en la Argentina, vale más que YPF; estamos viendo como está cambiando la composición de la riqueza en el mundo. Las Agtech van a empezar a jugar un rol cada vez más importante y la Argentina tiene un potencial enorme para desarrollarlas.

La oportunidad es enorme para el país. La traba que hay en torno a la nueva ley de la economía del conocimiento sería un gran perjuicio. El talento sigue estando acá y las empresas van a seguir teniendo centros de costos en la argentina, pero la economía del conocimiento instala su empresa en Estados Unidos, México, España o Canadá. Esos países te incentivan a que te instales ahí.

La Argentina tiene que despertarse para dar oportunidad a estos emprendedores y a las empresas a que desarrollen esta oportunidad, que existe. En los últimos tres años se ha desarrollado mucho el tema de Agtechs, los productores se están interesando, quieren invertir. Los que tienen un remanente quieren poner algo de plata acá, es una iniciativa que esta buena y está pasando y hay mucho para hacer y seguir creciendo.

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