En el marco de la 91º Expo Bolívar y como parte de una alianza estratégica entre Vetifarma y Primia, Diego Cárcano, médico veterinario con especialización en nutrición animal expuso en una charla especial algunas recomendaciones a tener en cuenta al momento de producir en feedlot.
Dentro del contexto actual de la realidad ganadera, teniendo en cuenta los valores de los novillos gordos o de los terneros de invernada, y sumada a la última devaluación, los costos de producción se complican. Ni hablemos de la tasa de reposición, que hoy está en 0.7%. Claramente la incertidumbre reinante hace que algunas decisiones estén replegadas por el momento. Sin embargo, la producción no la podemos parar, pero si debemos garantizarnos ser lo más eficientes posible.
Contexto externo e interno de la ganadería
En cuanto al contexto externo, el primer punto es la creciente demanda mundial de carnes. En general todas las carnes están aumentando su demanda gracias a los cambios en la alimentación del sudeste asiático. Por otro lado, está la aparición de la peste porcina africana que mostro un brote muy fuerte en China y ya traspasó fronteras expandiéndose por gran parte del continente asiático, llegando hasta Europa del este. Esta peste tiene un 100% de mortandad y la epidemia no tiene precedentes en la historia. Por último, tenemos la guerra comercial que se está desarrollando entre EE.UU. y China, aplicando impuestos en ambas direcciones, complicando un poco más la situación.
Por el lado del contexto interno nos encontramos con 9 años de recesión económica, una caída del consumo de carnes, llegando la carne bovina a 48kg por habitante por año. Siendo el dato histórico cercano a los 60 kg por hab./año. Sin embargo, en los últimos años vimos una recuperación del stock bovino y la reapertura de los mercados internacionales.
Fuente: Diario La Voz.
Recepción de animales
Los primeros 30 días son clave para el engorde de un animal. Es un período donde hay muchos cambios que generan un alto estrés en el animal: destete, transporte, sanidad, dieta, manejo, ambiente, etc. Según cómo hagamos las cosas durante esos primeros 30 días, vamos a estar determinando la rentabilidad de ese ciclo. Este período en el ciclo de engorde, puede ser un tercio o un cuarto del tiempo en el que tenemos los animales, por lo tanto, es muy importante lo que hagamos con ellos.
Como sabemos, el estrés causa inmunosupresión, bajándole las defensas a los terneros. Por este motivo, el consumo de alimentos es menor al requerido. Ahí nos enfrentamos con el primer desafío, que es cubrir los requerimientos nutricionales para mejorar la respuesta inmune. Nosotros podemos minimizar el estrés con un manejo correcto y ayudar a mejorar su estado inmune a través de la nutrición.
El consumo de un animal recién ingresado esta alrededor del 1 al 1.5% del peso vivo, según estudios realizados en EE.UU. Si el animal llega enfermo, la situación se agrava ya que el consumo no llega al 1%. Este dato es importante, ya que en general se formulan las dietas para un consumo del 3% con un 15% de proteínas por kilo. Por lo que el animal, no está consumiendo los gramos de proteínas necesarias. El resultado de esta falta se traduce en una conversión a carne menor a la esperada. Deberíamos evaluar la posibilidad de ofrecer concentrados que nos mejoren estas necesidades nutricionales.
Importancia de los microminerales
Si bien las cantidades de micro minerales que deben estar presentes en las dietas nutricionales son un porcentual mínimo, su importancia es fundamental. Garantizar el consumo de minerales como cobre, zinc, cobalto, manganeso, iodo, es algo que no podemos pasar por alto por más que hablemos de miligramos por día. Ante la falta de estos, se genera una disminución en la producción, debido a que baja la inmunidad del animal y la función de las enzimas. Muchas de estas son la primera barrera de defensa ante las agresiones de los micro organismos. En caso de estar entregando muy pocas cantidades de micro minerales, estamos limitando la posibilidad de máximo crecimiento o fertilidad en el caso de las vacas. Así podríamos llegar a encontrarnos con signos clínicos como, el pelo blanco alrededor del ojo que manifiesta la falta de cobre. Hasta este momento, nos encontrábamos con una enfermedad subclínica. Si bien no la veíamos, estaba generando pérdidas en nuestra producción.
Limpieza de comederos
Los bovinos tienen el sentido del olfato muy desarrollado, siendo 33 veces más sensible que el de los humanos. Es importante tener esto en cuenta, ya que cuando creemos que podemos engañar a los animales entregando raciones de baja calidad, el animal no lo elije, salvo que el hambre lo obligue a comerlo. Ni hablar de la baja conversión que va a demostrar el animal.
En línea con este olfato desarrollado, está el mantenimiento de los comederos y bebederos. Parece una pavada, pero cuando el nutricionista nos pide mantener los comederos limpios, nos damos cuenta de lo básico y lo fundamental que es este consejo.
Sanidad
Entre el 60 y el 80% de las muertes en un feedlot son por síndrome respiratorio bovino, el resto, más menos, muere por problemas digestivos. El sistema inmunológico es muy importante para la prevención de las enfermedades. Considerando que el tipo de vacuna que disponemos en Argentina para la neumonía no es la más efectiva, al tratarse de una vacuna a virus muerto. Igualmente, es la única herramienta que disponemos para prevenir enfermedades respiratorias. Debemos aplicarla en sus 2 dosis, la primera aplicación y el refuerzo a los 20 días.
La desparasitación también es una práctica recomendada a la que no debemos dejar de prestar atención. Tengamos en cuenta al elegir el producto preventivo, si presenta casos de resistencia en la zona de nuestra producción. Lo ideal es solicitar a nuestro veterinario, que anualmente tome muestras de bosta de los animales recién llegados, para realizar un coproparasitológico. Así podemos muestrear si disminuyeron la cantidad de huevos o quistes, dejando en claro la eficiencia del antiparasitario.