Como consecuencia de una relocalización de la ganadería en los últimos años, surgen nuevas posibilidades nutricionales para los animales. En regiones más difíciles, con suelos y climas menos benignos, la necesidad está en encontrar opciones nutricionales eficientes, y es una prioridad.
En las últimas décadas, la ganadería fue sufriendo un desplazamiento debido a los aumentos de superficies productivas dedicadas a la agricultura. Estas nuevas zonas ganaderas no siempre cuentan con suelos adecuados y climas generosos para la producción de cultivos tradicionales destinados a la nutrición animal. Por lo tanto, la búsqueda de alimentos alternativos “no tradicionales” es una necesidad.
Algunas de estas regiones cuentan con cierto tipo de pastura natural, malezas y especies arbóreas que podrían suplementar una dieta. Trabajando con especialistas en nutrición animal, es posible desarrollar una dieta a base de estas fuentes, en donde sumando alguna suplementación adicional, se logre conformar una dieta eficiente que permita las ganancias de peso buscadas. Conocer la capacidad nutricional de estos alimentos y los posibles riesgos de intoxicación es la premisa para definir una estrategia de aprovechamiento.
Algunas opciones alternativas
Contando con las opciones disponibles, algunos ensayos están siendo desarrollados obteniendo resultados más que aceptables. Conocer la cantidad y el tipo fibras, proteínas y el tipo de digestibilidad de estos cultivos es la piedra fundamental para basar la dieta. Luego se debe suplementar con concentrados que permitan completar los requerimientos de la dieta definida.
Algunas opciones disponibles no tradicionales son: la paja vizcachera, el pasto puna, la flor amarilla, el cardo ruso, el olivillo, el eucaliptus, el sauce, el álamo, entre otros.
Flor amarilla
Debido a dos alcaloides activos en la planta, la flor amarilla es rechazada por parte de los animales, estando en pie, por su sabor amargo. Ahora, una vez cortado y pasado un tiempo, esos alcaloides desaparecen y el animal lo acepta sin problemas. Este forraje cuenta con una proteína bruta que ronda entre el 8 y el 16%, con una digestibilidad del 55 al 70%, una fibra entre 45 al 55% y los azúcares solubles del 4 al 13%. Por lo tanto, la calidad de este forraje es muy aceptable, principalmente en las hojas.
Cardo ruso
Es una especie natural extraordinariamente adaptada a las peores condiciones ambientales (aridez, salinidad, etc.). Su calidad es excelente, de alto valor nutritivo por los altísimos niveles de proteína bruta (16-22%) como de digestibilidad (80-82%) desde los 3 hasta los 25 cm de altura. Con la planta en avanzado estado de madurez, los animales no lo pueden consumir porque les lastima la boca las púas de “sílice” que desarrollan en sus tallos.
En este contexto, vale señalar un engorde de vaquillonas con cardo ruso. Luego de un período de acostumbramiento (10-12 días), se utilizaron en Guatraché (La Pampa) 67 vaquillonas Angus de 206,7 y 254,3 kg/cab, de peso inicial y final, respectivamente. Durante 84 días (nov. 2010 a enero 2011), en una superficie de 10 ha y una carga animal de 6.7 vaquillonas/ha. Durante ese período se logró una ganancia de peso y la producción de carne, promedio, de 566 g/vaq./día y 319.2 kg carne/ha, respectivamente.
El olivillo
Después de ser considerado una maleza indeseable durante muchos años a causa de su agresividad en la colonización de los valles por su porte arbustivo y espinoso, su reproducción vegetativa radical; hoy resulta un importante recurso forrajero en los campos ganaderos de regiones semiáridas y áridas.
Algunos estudios demostraron resultados satisfactorios con datos como una proteína entre el 7 y el 10%, una digestibilidad entre 50 y el 60%, y una presencia de fibra entre 45 y el 65%, además de azúcares solubles entre 8 y el 11%. Los consumos del olivillo tipo forraje con una suplementación adecuada ha demostrado resultados bastante interesantes.
Ramas de eucaliptus
En la Estación Experimental de INTA Bordenave se han realizado varios trabajos de investigación en engorde a corral, con ramas de eucaliptos junto con granos de maíz y pellets de girasol. En estos trabajos se han obtenido resultados productivos y económicos muy interesantes (> 0.5 kg./cabeza/día y 0.4 u$s/kilo producido).
Conclusión
En todos los casos, se debe hacer un uso racional de los recursos locales aprovechando las características nutricionales de estos alimentos y ajustando la carga animal a esta realidad. De esa forma, se podrán sostener los Sistemas Ganaderos en regiones marginales con resultados productivos y económicos adecuados. Como empresa ganadera es posible lograr un negocio económicamente viable y ambientalmente sostenible. Los forrajes no tradicionales, necesitan ser suplementados estratégicamente con concentrados proteicos y energéticos que provean los requerimientos faltantes en la dieta necesaria.
Fuentes consultadas:
- CARDO RUSO: una BUENEZA para producir mucha carne y económica en zonas áridas y semiáridas – Dr.C. Aníbal Fernández Mayer – INTA Bordenave
- El “olivillo”, una alternativa forrajera a la sequía – Argentina Investiga – www.argentinainvestiga.edu.ar