Planificar y Monitorear, son las claves
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Hacia fines del invierno cuando las temperaturas medias empiezan a superar los 10°C, los días se alargan y se cuenta con suficiente humedad en el perfil, las pasturas aumentan progresivamente su potencial productivo. Este cambio se debe a que comienzan a experimentar procesos de aceleración en tasas de crecimiento, cambios en la composición botánica y en el valor nutritivo.
El manejo del pastoreo tiene efectos sobre la pastura que, a corto plazo, afectan su productividad y calidad.
Según el Ing. Agr. German Berone, la primera clave es entender la estacionalidad de las pasturas y ordenar el sistema de pastoreo para lograr consumir la mayor cantidad de pasto de la mejor calidad, en la época de mayor producción. Una festuca que sostiene 2 animales/ha en otoño-invierno y verano con ganancias diarias de 500 gr, puede llegar a sostener 10 animales/ha en primavera con ganancias de hasta 800 gr/animal/día”
Pero, ¿cómo mantener elevadas cosechas de forraje de calidad sin afectar la persistencia de la pastura? Esta es la segunda clave del manejo del pastoreo. “Ese equilibrio – que no es estático – debe redefinirse cada día del año, en especial en primavera”, agrega Berone.
Recomendaciones para el Aprovechamiento de Pasturas de Primavera:
- Monitoreo permanente de la pastura:
Berone destaca que “quien maneja el pastoreo debe saber cuánto crece la pastura en una semana”. Esto pone la lupa en otro punto clave del manejo del pastoreo: el monitoreo permanente de la pastura, como única forma de detectar las variaciones en crecimiento entre potreros y entre semanas, que ocurren a lo largo del año”. “La experiencia muestra que el monitoreo mensual vs. el semanal durante primavera requirió 4 veces más volumen de forraje para producir la misma cantidad de carne”, según agrega Barone.
Las nuevas tecnologías pueden aliviar el trabajo de “monitorear”, como por ejemplo imágenes satelitales, modelos de simulación, etc.
- Ajuste de la carga animal (Agosto-Octubre)
Cambios en la capacidad de carga animal de los recursos forrajeros perennes para distintas actividades de producción bovina. (Gráfico 1)
En ese período, es posible incrementar la carga animal (mediante pastoreos más frecuentes o más intensos) sin afectar la ganancia individual.
- Planificar la rotación de pastoreo:
La clave del manejo del pastoreo debería ser cosechar la mayor cantidad de forraje de alta calidad logrando pasturas persistentes en el tiempo.
Las gramíneas tienen un patrón de crecimiento regular a lo largo del año. Una vez que nacen 2,5-3 hojas por macollo (Estado Foliar Óptimo según los técnicos del INTA Balcarce), la primer hoja que nació comienza a morir. Si nos retrasamos en cosechar en ese estado foliar óptimo perdemos calidad y por otro lado obtenemos pasturas más irregulares por formación de matas y también disminuye la persistencia de la misma.
Durante la primavera el crecimiento de la pastura se acelera por los cambios en temperatura y largo de los días como mencionamos anteriormente. Esto nos exige pastoreos más frecuentes para lograr consumir la pastura en estado foliar óptimo. Según Berone, si no podemos consumir la pastura en este estado debemos cerrar las franjas y cosecharlas mecánicamente (para la confección de henos) y de esta forma evitar pérdidas de forraje.
Según técnicos del INTA este estado óptimo coincide con alturas de la pastura de 12-15 cm.
Es recomendable anticiparse al estado foliar óptimo? Según técnicos del INTA al inicio de primavera adelantar el pastoreo (1,5-2 hojas vivas/macollo) nos permite controlar la encañazón y el pasaje a esta reproductivo.
Es importante también la altura de salida o remanente del pastoreo. Sub o sobre pastoreos disminuyen la oferta de pasto, producen pasturas más irregulares y menos persistentes en el tiempo. La altura recomendada para salir de la pastura se encuentra alrededor de los 5 cm.
Con respecto a las leguminosas y hablando específicamente de alfalfa, ocurren patrones de crecimiento característicos de la especie que, al igual que en gramíneas, se aceleran en primavera. Lograr un buen aprovechamiento de la pastura depende también de los momentos de entrada y salida al pastoreo.
Berone señala que es conveniente hablar de altura de entrada o número de nudos por planta y no del estado de floración. Según el técnico la altura ideal de entrada en primavera es de 10-15 cm o entre 8 y 10 nudos. Esto nos asegura buen volumen de pasto, persistencia de la pastura y rebrotes rápidos. Al igual que en gramíneas las franjas que superen esta altura/número de nudos conviene cerrarlas para la confección de henos.
También es importante el remanente del pastoreo, debido a que en parte basal de la alfalfa (raíces y corona) se encuentran las reservas para el próximo rebrote. Es importante dejar un remanente de 5 cm para lograr rebrotes rápidos.
Como conclusión, planificando el aprovechamiento de los recursos durante septiembre, octubre y noviembre, evitamos tomar decisiones tardías que conducen a ineficiencias del sistema con disminución en la calidad del forraje y deterioro de la estructura de las pasturas. Con una correcta planificación y gestión a tiempo mejoramos la eficiencia de pastoreo y uso de los recursos.
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