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Estrategias de adaptación a dietas de engorde

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Establecer estrategias para un adecuado periodo de acostumbramiento de los animales ingresados para engorde permitirá acelerar el inicio del consumo de la dieta final, alcanzando una ganancia diaria objetivo, una buena conversión alimenticia, y en consecuencia una mejora en la eficiencia productiva.

El período de acostumbramiento en feedlot es una etapa crítica que involucra más que un cambio en la alimentación. Las nuevas condiciones del confinamiento, unificar tropas con animales de diferentes orígenes, el tipo de destete que recibieron los terneros previamente, así como el ayuno y el tiempo de transporte hacia el establecimiento son algunas situaciones que pueden generar estrés en los animales durante la adaptación (1). Las categorías de terneros, novillitos y novillos deben recibir especial atención, aún más si nunca han estado expuestos a  dietas con granos. 

Cuanto mayor sea la información obtenida de la situación previa a la llegada se podrá realizar una mejor planificación del ingreso de animales (2). Entre los datos recopilados se pueden incluir: orígenes de la tropas (campo o remate), características del destete (anticipado o tradicional), oferta forrajera previa a la compra, condiciones de bajo peso vivo inicial, animales deficientes en vitaminas y minerales, historial de vacunación, entre otras.

Las nuevas condiciones a las que se deben adaptar en el menor tiempo posible probablemente ocasionan un estrés elevado que retrasa el acostumbramiento a dietas de alta energía. En el caso de terneros provenientes del pie de la madre, o que ya han iniciado el pastoreo, éstos aún no poseen un sistema digestivo preparado para fermentar y digerir grandes cantidades de almidón presentes en una dieta con concentraciones de grano (3). 

El proceso de acostumbramiento de los animales a una dieta de alto contenido de almidón tiene una duración de 14 a 21 días. La velocidad de este proceso depende de la rutina establecida en el manejo y la capacidad de adaptación de los animales. En este período, el rumen se adapta a la nueva fuente de energía de su ración. 

El proceso de adaptación a la nueva dieta implica (3):

– Acomodamiento de la estructura papilar presente en la paredes ruminales para soportar un medio de mayor acidez,
– Estimulación de la maquinaria de remoción de ácidos grasos, que se originan en la digestión al incorporar almidón de granos,
– Aumento de la capacidad de procesar metabolitos ácidos en el hígado, convirtiéndolos en formas tolerables (ácidos grasos de cadena larga y triglicéridos) para el aprovechamiento metabólico.

El rumen tiene que adaptarse tanto a la nueva microflora como a las modificaciones de la estructura de la pared ruminal y del hígado. Así podrá realizar su trabajo fermentativo y procesar los metabolitos (nutrientes) originados en la fermentación.

Las papilas encargadas de absorber nutrientes deben mantenerse sanas, de buen largo y tamaño, para favorecer su capacidad de absorción. Cuando ocurren situaciones de mal manejo ocasionando acidosis, se altera la pared ruminal y sus papilas, generando pérdidas productivas.

Cuando se presentan animales con síntomas de acidosis u otro trastorno digestivo es conveniente reducir la concentración energética de la dieta incrementando el contenido de fibra (ej. pasar a una dieta de 50% de heno y 50% de concentrado). Puede facilitarse la regulación de la acidez ruminal si se favorece la salivación para incorporar sustancias “buffer”. Fracciones gruesas en la dieta, particularmente la fibra larga, permitirá mayor actividad de rumia y por lo tanto la producción de saliva.

Luego de desaparecidos los síntomas acidóticos (inflamaciones, hinchazón, edemas, dificultades motrices, etc.) y recuperado el nivel de consumo, se le podrá incrementar la concentración energética a los niveles anteriores al trastorno. Sin embargo, no se debe dejar de monitorear el avance de su mejora ya que algunos animales tienen una susceptibilidad innata a los trastornos digestivos debida a una menor capacidad de salivación o menor motilidad ruminal, entre otras causas.

Estrategias de alimentación para el período de acostumbramiento (3):

Llevar adelante una adecuada estrategia de alimentación será clave para acelerar el periodo de acostumbramiento y por lo tanto acortar el período de engorde, obteniéndose mejoras en la rentabilidad de la explotación.

-Asignando mayor espacio al lote de ingreso y ofreciendo la ración en comederos de autoconsumo, se reducen las cargas operativas y se reducen los niveles de estrés durante este período, sin afectarse los parámetros productivos.

-La inclusión de sal en la ración de adaptación permite el suministro a discreción en comederos de autoconsumo sin riesgos de disturbios digestivos por exceso de consumo.

-Es posible ofrecer fibra por separado y en niveles decrecientes si se busca disminuir la carga operativa (1).

-Los primeros días (entre el 3° – 5°) se recomienda comenzar con heno de calidad (importante para terneros, en lo que es recomendable ofrecer un 75% heno de calidad, por ejemplo, heno de alfalfa). 

Si se ingresan terneros de pocos días de vida, que no han sido pre-acondicionados o destetados previamente, probablemente el encargado del corral tenga que enseñar a los terneros a encontrar la comida y bebederos.

Tener en cuenta además que la ración de inicio para terneros debería contener entre 80 y 85 % MS, ya que esta categoría tiene menor capacidad de consumo y por lo tanto la ración debe tener mayor concentración de MS. En cambio en animales con un peso superior a 250 kg. se les puede suministrar desde el primer día una ración con 75% MS (5).

-Componentes de la dieta como los granos, subproductos proteicos y aditivos (minerales-vitaminas-antibióticos-ionóforos) serán incorporados a la ración en forma creciente a lo largo del período, para lograr un incremento paulatino de la flora amilolítica (las bacterias del rumen que actuarán sobre el almidón de los granos).

-Si es posible puede distribuirse la ración inicial de granos sobre el heno en el comedero, de manera homogénea. Si se ofrecieran altas cantidades iniciales de grano pueden provocarse lesiones de las paredes del rumen con lisado de papilas e incluso provocar el pasaje de microorganismos al torrente circulatorio con posterior aparición de abscesos hepáticos y afecciones podales.

Estrategias de acostumbramiento en etapas (3):

-Para alcanzar concentraciones de 90% MS:
1° etapa: 60% heno, durante los primeros 7 días
2° etapa: 50% heno, del 8° al 14° día
3° etapa: 25% heno, 15° al 21° día.
De esta manera, a partir del día 21 se continúa con una dieta con 90% concentrado y 10% de fibra. 

En otros casos se ha observado que el reemplazo de heno por grano en una cantidad de 0,5 kg/día permite alcanzar el consumo de una dieta concentrada de 90% MS en 14 días. 

-Acostumbramiento en dos etapas para llegar a dietas de 75% de grano:
1° etapa: 50% grano durante los primeros 7 días,
2° etapa: 65% de grano desde el 8° al 14° dia,
A partir del día 15° se incrementará a 75% de grano, correspondiente a la concentración de la dieta final.
En dietas con más de 75% de grano sería necesario anexar una etapa, con duración de una semana suministrando 75% de grano, y luego de esa semana pasar al nivel de concentración de la dieta final.

-Incremento simple de 10% de grano por etapa:
1° etapa: 30% grano durante los primeros 4 días,
2° etapa: 40% grano desde 5° al 8° día,
3° etapa: 50% grano desde 9° al 12° día ,
4° etapa: 60% grano desde 13° al 16° días y
5° etapa: finalmente alcanzar la concentración final de granos de la dieta (ej. 75 a 85% de grano).

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