La oportunidad de transformar un problema en un insumo valioso y generar un margen adicional/Recomendaciones para quienes recién inician esta técnica
El uso de estiércol o los residuos que deja la limpieza de los corrales como abono agrícola recién está dando sus primeros pasos en el feed lot. A diferencia de lo que sucede en cerdos y tambos, donde se viene trabajando en este sentido desde hace más tiempo, en el engorde a corral se ha empezado a extender recién en los últimos años.
Los precursores buscaron una alternativa para transformar un problema en un insumo valioso, a raíz de los inconvenientes e ineficiencia que provoca la acumulación de barro y bosta en los corrales. Al no evaluarse en un principio los beneficios que genera, tanto en el suelo agrícola como en propio corral, solo se medía el impacto del costo del proceso de extracción y traslado de los residuos.
El estiércol que se extrae junto con el barro es muy heterogéneo, depende de la cantidad de años que no se ha limpiado el corral, de la dieta de los animales y del peso del animal. Por eso es importante tomar una muestra para determinar la calidad de materia orgánica, fósforo, nitratos y demás microelementos.
Detalles del proceso
Más allá de la heterogeneidad del material extraído, en general se distribuyen entre 10 y 20 toneladas de materia orgánica por hectárea. Se utiliza un palón que pasa en los primeros diez centímetros del corral y acumula el material en montículos, aproximadamente cada dos meses.
Una vez al año se lleva hasta el lote agrícola y se aplica en un momento en que no haya cultivos sembrados. Se apunta a levantar los techos de rendimiento en los cultivos más eficientes para capturar esta materia, como pueden ser maíz, trigo y cebada.
Ventajas en el corral
Los beneficios del uso de esta técnica en el corral son inmediatos y notorios. El animal en el feed lot para que sea eficiente convirtiendo comida en carne debe tener confort. Si está en un corral con 30, 40 ó 50 centímetros de barro y tiene que ir luchando, sobre todo cuando llueve, para buscar el alimento al comedero, se desestimula el consumo de materia seca.
Al brindar un lugar seco y limpio para comer, tomar agua y echarse se facilita la conversión del alimento en kilos de alimentación.
La importancia de la medición
Al ser una técnica nueva, sin contarse con el respaldo que puede brindar la bibliografía hoy casi inexistente en el tema, es muy importante tener medido el proceso.
En primer lugar, tomar muestras de los residuos y llevarlas a analizar al laboratorio. Y en el suelo agrícola georreferenciar varios puntos para comparar en un par de años el impacto y no quedarse solo con el costo que genera el proceso. La extracción del estiércol, el acarreo y la incorporación al suelo agrícola, sea de manera propia o tercerizada con un contratista, representa una inversión significativa.
La experiencia de un feed lot
En el caso del feed lot Estancias don Pedro y La Rosa de Bolívar, que posee 3 mil cabezas, se lleva desparramado estiércol en más de 1.200 hectáreas.
Francisco Berisso, uno de los propietarios del feed lot, recomienda: “Lo ideal, antes de desparramar, es tomar muestras y mandar al laboratorio a analizar que estamos aplicando. Lo mismo en el suelo: tomar muestras antes y después. Eso permite juntar buena masa crítica de información y poder seguirlo con una georreferencia. Eso nos va a dar la tranquilidad de la inversión que estamos haciendo. El margen valorizado, siendo bastante conservadores, indica que llega a ser hasta más rentable el aporte de estiércol que el margen propio del corral. Y es un paradigma que te vuela la cabeza”.