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Recomendaciones de un especialista para el aprovechamiento integral de esta herramienta práctica y su mejor manejo.

   Escuche a continuación el audio de la nota completa a Diego Cárcano.

La utilización de silos de autoconsumo representa una alternativa cada vez más común en la alimentación del ganado. El médico veterinario Diego Cárcano, gerente comercial de Vetifarma, brindó una serie de recomendaciones y consideraciones para su mejor uso.

El profesional, especialista en nutrición, comentó a ESPACIO PRIMIA que esta herramienta “empezó a difundirse mucho en planteos de cría bovina más extensivos, con menos tecnología y menos disponibilidad de personal entrenado para dar de comer.

“Distintas categorías, vaquillonas de segundo servicio, terneros de destete anticipado o alguna recría, se empezaron a suplementar con este tipo de herramientas de una manera muy práctica y muy cómoda”.

En cuanto al alimento que se utiliza en los silos, Cárcano destacó que se aconseja que las mezclas “sean entre un grano y un peleteado o directamente un alimento completo peleteado, ya que cuando ponés un alimento en harina por la cantidad de tiempo que está puede llegar a apelmazarse o desmezclarse. Es mucho más complejo el manejo de un alimento en harina que de un peleteado”.

Algunos puntos a considerar

Se recomienda instalar los silos en un suelo firme o en una zona alta porque se va generando barro alrededor de donde comen los animales. Algunos cuentan con patines para moverlo con el tractor, una vez que se hace algo de barro.

Hay que estar atentos a que no se queden sin alimento. “A veces hay olvidos y se dejan dos o tres días vacíos. Se genera un bache en sus requerimientos y cuando lo volviste a llenar lo atacan con todas las ganas y se puede producir acidosis ruminal o problemas digestivos asociados a este desmanejo que genera un pico de consumo demasiado grande por la falta de comida”.

Entre las desventajas de estos silos de autoconsumo Cárcano destacó que no se tiene “la misma eficiencia de utilización o aprovechamiento del alimento que en un sistema de suministro diario. No controlás el consumo, entonces los animales van a comer a voluntad. Y eso hace que la eficiencia de conversión de alimento a carne sea un poco menor. Pero en general, eso está compensado por el menor costo operativo”.

Recorridas diarias

También es importante efectuar recorridas diarias en donde está el silo de autoconsumo. “Una vez al día alguien tiene que ir y mirar la hacienda que está bajo este sistema. Si bien no tenés que ir a darle a comer, hay que pegar una mirada.

“¿Qué se mira? Obviamente los animales. Tratar de hacer un paneo de su estado físico, de salud. En este tipo de sistema siempre hay un 20 o 30% de los animales comiendo y el resto no. El animal no compite, porque sabe que tiene comida todo el día a su disposición. Primero van a comer los dominantes y los que son dominados no se preocupan mucho ni se estresan porque saben que en algún momento de la media mañana van a tener comida restante. No los vas a ver agolpándose en el silo comedero; si eso ocurriese es porque se estás quedando sin comida”.

En la recorrida además hay que hacer una lectura de bostas. “Tratar siempre de contar 20 a 30 en la zona aledaña y evaluar su consistencia. Si tengo más de la mitad de las bostas líquidas, diarrea, con burbujas, estoy teniendo algún problema de fibra o cantidad de forraje que estoy suplementando y tengo que cambiar un poco la estrategia. Si la bosta está normal puedo seguir”.

En el silo de autoconsumo también es importante la etapa de adaptación. “Muchos de estos silos –detalla el entrevistado- vienen con una tapa que permite cerrar el acceso a la boca de comedero. En la etapa de adaptación se deja el silo unas 6 horas con las tapas abiertas y el resto cerrado, con rollos o acceso a alguna pastura para complementar el resto. Y después voy incrementado la cantidad de horas hasta que a los 20 o 25 días ya quedan a libre voluntad y libre acceso”.

Esta adaptación se hace “para evitar que de un día para el otro tengan un alto consumo de alimento, maíz o almidón que le puede generar ese trastorno digestivo que llamamos acidosis”.

En cuanto al momento en que se debe renovar el alimento, Cárcano precisó que “va a depender de la capacidad o el volumen que albergue el silo y de la cantidad de animales. Pero cada 5 ó 7 días hay que estar renovando, reemplazando el alimento. Hay silos que tienen mucho mayor volumen y el alimento puede durar 15 ó 20 días ahí adentro, pero no es lo ideal. Puede llover, mojarse, aparecer hongos y empeorar la calidad”.

El gerente comercial de Vetifarma resaltó asimismo que se debe usar el alimento adecuado “según las características y el objetivo productivo”.

Se recomienda el uso de aditivos, principalmente la monensina, “para favorecer la digestión de los concentrados, sobre todo del almidón del maíz. Hay que saber con qué dosis usarla: en estos sistemas deberíamos apuntar a tener una mejor concentración porque el animal come lo que quiere, no lo controlamos y estamos un poquito más expuestos a la acidosis ruminal. Trataría de asegurar por lo menos 280 a 350 miligramos de monensina por animal por día en este tipo de sistemas”, concluyó Cárcano.

A continuación compartimos la presentación “Suplementación a Campo y Engorde a  Corral” (click en el botón de abajo)

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