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Una herramienta clave dentro del manejo de los planteos; recomendaciones de un especialista. Alerta por la mayor presencia de sarna.

El plan sanitario en un planteo ganadero debe ser ejecutado “dentro de un conjunto de medidas de manejo”, recomienda el doctor Juan Cruz Muriel. “No podés tener animales en mal estado general, con corrales llenos de barro, con pocas líneas de comedero, mala calidad de alimentos y mala rutina de alimentación (le das un día a los 8 de la mañana y otro a las 12  y te encontrás con animales que desarrollan acidosis). Si ejecutás un plan sanitario y el resto de las medidas no son las adecuadas, el plan sanitario va a fallar. Y tu negocio va a fallar”.

El plan sanitario es “una herramienta más” y debe ser ejecutada “en tiempo y forma”, con capacitación del personal y el uso de productos de buena calidad.

Muriel es gerente de servicio técnico de Biogénesis Bagó. “Nuestro fuerte es la prevención, a través de la aplicación de planes sanitarios, vacunas y antiparasitarios. El laboratorio tiene una paleta de más de 90 productos haciendo siempre hincapié en la prevención” explica en diálogo con ESPACIO PRIMIA.

– El productor trabaja lo suficiente en la prevención?

– Hay de todo. En las enfermedades que te pasan facturas, que matan los animales o son muy agresivas y aquellas que en las cuales hay planes obligatorios, como fiebre aftosa o carbunclo, las vacunas se aplican, se hacen la prevención. En las enfermedades que te dan revancha, que presentan sintomatología clínica y el productor puede llegar a tratar con antibiótico la utilización de vacunas no está tan presente.

Si hablamos de un sistema como el feed lot, intensivo, donde tenés una presión por el simple hecho de estar en un sistema de alta carga, los planes sanitarios se ejecutan porque si no las enfermedades te pasan por arriba. Definitivamente, los productores que están dentro del feed lot son más afines a la aplicación de planes sanitarios. La sanidad de ingreso o recepción de los animales, diría que la tienen todos, con algún diferencial en qué aplican, pero todos tienen en su protocolo una sanidad de recepción o de ingreso.

Después están aquellos que aplican un plan sanitario como corresponde: vuelven a encerrar los animales a los 20 días para repetir la dosis de alguna vacuna y otros que no lo hacen.

Los de punta, que van a la cabeza de la intensificación, tienen un protocolo sanitario de ingreso y a los 20 días vuelven a encerrar para aplicar la segunda dosis de vacuna, que sería lo ideal.

Matices

El veterinario diferencia a los feedloteros que vienen de su propio campo de cría y tienen la posibilidad de ejecutar parte del plan sanitario en el campo de origen de aquellos productores que compran los animales en feria y los ingresan a su sistema, sin saber qué plan sanitario traen.

“Un animal que viene con vacunas aplicadas al pie de la madre en el campo de origen a corral tiene un desempeño totalmente distinto. Se adapta más rápido, se enferma menos, se muere menos y es mucho más eficiente convirtiendo granos en carne”, remarca Muriel.

“Ahí es donde uno tiene que apuntar, a lograr vínculos entre el comprador y el vendedor para que el criador sea quien ejecute parte de ese plan sanitario. Entonces, el comprador está adquiriendo un producto mucho más seguro”.

Se trabaja haciendo extensión con el productor, “para que conozca cuales son las principales problemáticas, como abordarlas y prevenirlas”. Con el veterinario, quien tiene el vínculo y el contacto con el productor, “para que conozca cuales son las herramientas y aplicarlas de la mejor forma”. Al productor le ofrecemos también la capacitación del personal que trabaja con esos animales, “de manera tal de poder ejecutar esos planes sanitarios de la mejor manera. Se trata de instruir a la gente de la correcta forma de aplicar los productos y para que hagan una detección precoz de ciertas enfermedades y lograr un tratamiento a tiempo”.

En especial se apunta la prevención. Muriel lo puntualiza apelando a un conocido dicho: “es más barato prevenir que curar. Una vacuna es mucho más barata que un antibiótico. De cualquier modo, muchas veces en que se necesita hacer un tratamiento con antibiótico”.

La principal enfermedad infecciosa dentro de un feedlot es la neumonía, que se cobra el 30% de las muertes por causas  infecciosas. Las vacunas aplicadas en tiempo y forma dan buen resultado, pero se necesita gente entrenada para detección precoz y hacer un tratamiento con antibióticos si es necesario, porque si no pueden morir muchos animales.

Fuente de foto: Web Infocampo (https://www.infocampo.com.ar/).

Parásitos, un tema aparte

El tema de parásitos “es un mundo aparte”, resalta el especialista. Los internos limitan la disponibilidad de proteínas. “Un animal parasitado no es eficiente incorporando alimentos porque tiene su intestino y su sistema digestivo complicados; entonces, se necesita hacer una desparasitación al ingreso para controlarlos”, narra Muriel. En cuanto a los parásitos externos, como la sarna, genera “problemas en la piel del animal, enfermedades muy contagiosas que generan muchas pérdidas porque el animal que está con sarna produce mucho menos”.

Por eso, al ingreso de los animales a un feed lot “se debería hacer un control tanto de parásitos internos como externos. Ahí tenemos algunas limitantes que vienen de la mano de la resistencia que han desarrollado los parásitos a los antiparasitarios. Entonces hoy los productores se tienen que apoyar mucho en los veterinarios para tener un buen diagnóstico y saber cuáles son las herramientas o antiparasitarios a utilizar”.

Una ventaja del encierro a corral es que no hay pasto. Una vez que se hace control de parásitos internos, estos caen con la bosta en la deposición del animal no tiene chances de hacer un ciclo. Es decir que una sola desparasitación al inicio es suficiente para todo el ciclo.

“Sarna es una de las principales preocupaciones en los últimos 3 ó 4 años, sobre todo en provincia de Buenos Aires –explica Muriel-. Hemos detectado muchas fallas en los tratamientos, que vienen de un mal uso de los antiparasitarios y un mal manejo de los animales dentro del feed lot, que llevan a un contagio de animales que recién llegan con otros que hace tiempo largo están en el establecimiento y no tienen droga circulando en sangre.

“Es parecido a lo que sucede ahora con el Coronavirus –grafica el especialista-. A un animal que llega le hacés el tratamiento y necesitás que esté alejado de animales que están hace tiempo en el feed lot por lo menos 15 días para controlar la sarna. Si por el contrario ingresas animales, aplicás antiparasitarios y lo ponés en un corral contiguo de animales que están podes introducir sarna en esos lotes”.

Vitaminas, minerales y antibióticos

Muriel también sugiere la administración de vitaminas y minerales que se efectúa normalmente con la alimentación. “Nosotros manejamos un inyectable que tiene vitaminas y minerales y que ayuda a este estrés que sufre el animalito que viene destetado, transportado. Se le da una ayuda, una herramienta para que se defienda”.

En los feed lots también se ha hecho común la aplicación masiva de antibiótico a la tropa (práctica conocida como metafilaxia), especialmente si algunos animales presentan signos compatibles con enfermedades respiratorias.

“Hay muchos productores que usan el antibiótico al ingreso, incluso sin observación de signos clínicos. Esta es una práctica desaconsejada por nosotros. Una cosas es hacer el tratamiento con antibióticos cuando observás signos clínicos y otra es cuando llegan se bajan del camión y le hacés un tratamiento con antibióticos. Sobre todo pensando hoy día en lo que es el concepto de una sola salud donde tenemos que hacer un uso responsable de los antibióticos.

“El uso de antibióticos debería estar no solo supervisado por un veterinario, sino tomar la decisión de hacerlo, y además que la decisión debe ser tomada cuando uno tiene observación y no como profiláctico.

Sin demasiado criterio puede llegar a una resistencia a los antimicrobianos. Llega un momento en que el antibiótico no te andas más. El uso indebido de antibióticos es algo que termina impactando a la larga en la salud de las personas”.

A modo de ejemplo el especialista comenta: “te llega una jaula. Una persona capacitada te hace un buen diagnóstico y ve que la tropa viajó de Curuzú Cuatiá a Pergamino, unos 1.200 kilómetros, son terneritos con un peso promedio de 160 kilos y se observan animales con sinología, bajan del camión y al otro día podés hacer un tratamiento con antibióticos, porque se te pueden morir. Ahora, si es una tropa que es propia, la destetaste en un campo a 50 kilómetros y viajó una hora a lo sumo para llegar al feed lot, pesan 180 kilos, son Angus, están divinos, hacer un tratamiento con antibiótico no es lo indicado”.

Esquema sanitario parra feed lot

Para un feed lot un esquema sanitario integral abarca:

Aplicación de 2 dosis de vacunas para prevención de Complejo Respiratorio Bovino, Enfermedades Clostridiales y Queratoconjuntivitis Infecciosa Bovina con un intervalo de 15 -21 días entre dosis.

Una dosis de Ivermectina o Doramectina para control de parásitos internos y externos sensibles a estas drogas.

Una dosis de minerales (Cu – Zn – Se – Mn) y Vitaminas (A y E) para reducir efectos del estrés oxidativo.

En la aplicación de la segunda dosis de vacunas a los 15 – 21 das aplicar una dosis de Ricobendazol o Levamisol para control de parásitos internos sensibles a estas drogas.

Realizar metafilaxia con antibiótico al ingreso solamente en caso de observar signos clínicos de Complejo Respiratorio Bovino en los animales.

El costo de un plan sanitario como este (sin el antibiótico), con productos de buena calidad está en el orden de dos kilogramos de ternero/animal.

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