Lo que no se obtiene en el campo no se mejora con el silaje. Recomendaciones para optimizar el picado de maíz.
Lograr un silo de calidad es fundamental para garantizar una buena respuesta del animal y un resultado económico del proceso productivo. El momento y la realización de corte y picado de maíz para silo a la hora de la confección de ensilajes, puede afectar la producción forrajera, la composición morfológica de la planta, la calidad del forraje cosechado, el proceso fermentativo y el nivel de pérdidas.
Precisiones de un especialista
Consultado por el medio digital ABC Rural, el ingeniero agrónomo Fernando Clemente, coordinador zonal de la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros, brindó recomendaciones para optimizar la confección, almacenamiento y extracción del silaje.
“Hay que tener en cuenta que el silo es una forma de conservación, por lo que la calidad que tenemos en el cultivo a campo, no se mejora con el silaje”, destacó Clemente.
Agregó que “por cada paso mal que se da en esa cadena de confección, estaremos perdiendo calidad, y esa pérdida debe ser lo menor posible, para que cuando llegue a la boca del animal, sea un alimento fresco y de alta calidad”.
Al respecto resaltó que “el proceso de realizar un buen forraje conservado no empieza cuando la máquina llega al campo, sino con una planificación de cuánto alimento necesito y qué lote e híbrido voy a sembrar”.
Una vez realizado el adecuado manejo del cultivo, al momento del picado de maíz en planta entera “se debe realizar un buen muestreo para identificar el punto óptimo de cosecha, y hacérselo saber al contratista para que esté preparado para venir en ese momento”.
Asimismo, indicó que “hay que saber qué controlar, qué es lo que pasa en el silo para que llegue a la fase de estabilización y mantener la calidad que tiene la planta en pie a lo largo del tiempo, cómo extraer y ofrecer ese silo.
“Hay que tener en cuenta que estamos realizando un alimento que va a utilizar el nutricionista para darle de comer a los animales, por lo que este profesional nos dará el objetivo en calidad y debemos trabajar para lograrlo”.
Por otro lado, remarcó que el momento óptimo de picado se determina “en función de la materia seca y calidad del silo, control de la uniformidad de picado y craqueado de grano, algo que es muy importante, utilización de inoculantes para ayudar a la fermentación y rápida estabilización del silo, como así también buena extracción y suministro del material”.
Para tener en cuenta
En el picado de maíz el productor debe concentrar sus esfuerzos en los factores que resulta posible modificar. Son ellos:
Fecha óptima de cosecha: Lograr un silo de calidad empieza por picar el material cuando contiene la cantidad de humedad adecuada. El picado debería comenzar cuando el cultivo no tiene más humedad que el 70% con el objetivo de finalizar antes que baje de 58 a 60 de humedad. El objetivo de materia seca debe ser mínimo 30% para evitar pérdidas por efluentes hasta 40% para permitir un ensilado óptimo del material cosechado. El momento óptimo de cosecha lo determina la material seca del ensilaje y es cercano al 37%.
Longitud de picado: El tamaño de picado de maíz debe estar definido por varios factores tales como el uso eficiente de la maquinaria, facilidad de compactación y aprovechamiento de la energía aportada por el grano, movilidad ruminal y el correcto aprovechamiento del forraje en los comederos.
Procesamiento del grano: Es fundamental en este punto utilizar el elemento adecuado para partir el grano; es decir el cracker y no reducir el tamaño de picado. El procesamiento aumenta el valor de energía neta dentro del rango de materia seca óptima. Además, la respuesta al procesamiento aumenta a medida que lo hace la materia seca.
Confección y almacenamiento adecuado: Las fallas en la extracción de oxígeno en los silajes constituyen una de las principales causas de problemas de fermentación y pérdidas de materia seca. En este aspecto influyen positivamente el uso de inoculantes, pisado y tapado del silo.
