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Gustavo Sararols, es Perito Clasificador de cereales y oleaginosas, y se desempeña como Instructor en la Escuela Agro técnica Salesiana en Del Valle. Hoy está a cargo de la planta de acopio y balanceados en donde enseña la importancia de la nutrición y cómo llevarla adelante. Una tarde nublada, se tomó el tiempo para contarnos cómo es producir enseñando, o enseñar produciendo..

Hijo de un tractorista y un ama de casa, nacido en Del Valle, Gustavo valora la posibilidad que recibió 18 años atrás para trabajar en la Escuela Salesiana. De chico, remolón para levantarse, disfrutaba de acompañar a Juan José, su padre, sentado en el guardabarros del tractor. Luego de egresar en la escuela, realizó una capacitación docente y consiguió el puesto en la planta de acopio y balanceados, cargo que hoy mantiene como responsable.

– ¿Cómo es tu actividad diaria?

– Acá la prioridad siempre es el aprendizaje de los chicos. El sistema es del tipo educativo / productivo. Todo el sistema de producción que se realiza en la escuela está pensado con un doble sentido: la educación y el sustento de la escuela. Hoy tenemos 285 chicos internos, que entran los lunes y salen los viernes. Lo primordial es la educación y su acompañamiento en lo pastoral. Hoy están expuestos a muchos problemas, además de educar, es importante contenerlos y ayudarlos a enfrentar situaciones difíciles.

En cuanto a la parte productiva, nosotros denominamos “secciones” a cada área productiva. Allí se encuentra el silo, la industria láctea, el criadero de cerdos, el tambo, los chacinados, la ganadería, etc. Los chicos pasan por medio de una rotación, una vez por mes por cada sección. Donde realizan las prácticas necesarias incorporando los conocimientos de cada trabajo.

– ¿Cómo es la experiencia en el silo?

– En mi sección (la planta de silo y balanceados), se elabora el alimento balanceado. El objetivo didáctico es entender el porqué de la elaboración, qué razón tiene cada ingrediente y qué es lo que aporta, ya sea maíz o cualquier otro. Cuáles son los ingredientes posibles y que aporta cada uno de ellos, teniendo en cuenta el objetivo de la dieta. También aprenden que son los núcleos y porque los utilizamos, que son las vitaminas y los minerales y cuál es su importancia.

Por la sección de la planta pasan chicos desde 2do. hasta 7mo. año. De acuerdo a la edad, se ven aspectos específicos y temáticas particulares del proceso. Por ejemplo, los chicos de 2do. y 3ro. ven todo lo referido al almacenaje, acondicionamiento y muestreo de granos, controles de insectos, etc. En 4ro. y 5to.ya ven temas de nutrientes, que pasa con las toxinas, ven cuestiones más técnicas. En 5to. y 6to. trabajan más específicamente lo referente a la gestión, además de consolidar los conocimientos anteriores. Ahí incorporan las planillas de cálculo, donde pueden controlar los costos de producción y como preparar formulaciones específicas. El 7mo. año es opcional, no obligatorio, pero en ese momento se realizan todas las tecnicaturas. Por ejemplo el curso de Perito, de nutrición animal, etc. Así los chicos salen mucho más preparados para manejarse solos fuera de la escuela.

– ¿Cómo hacen ustedes el alimento balanceado?

– En principio debemos hablar de las materias primas. Como contamos con campos propios, todo lo que podamos producir lo consideramos como ingrediente: maíz, soja, cebada, trigo, etc. Lo que es núcleos, vitaminas y minerales, expeller de soja, etc. los compramos en el mercado. Contamos con una máquina que hace 2500 kg la hora, la que nos sirve para nuestros fines.

Entonces sumando la mano de obra de los chicos, elaboramos alimentos para nuestro feedlot con 600 terneros, para el tambo con 200 vacas, para el criadero de cerdos de 700 animales y para un criadero de aves con 1000 gallinas. Todo el alimento lo hacemos acá, salvo casos excepcionales en donde los costos de comprar los insumos por separado no cierran.

– ¿Cuándo y cómo empezó tu experiencia con Primia?

– Hace alrededor de 3 años empezamos a trabajar con Primia. Como cualquier productor, a la hora de hacer una inversión y estimar costos, teniendo cierta cantidad de terneros para engordar, evaluamos alternativas.

En un principio utilizábamos núcleos, vitaminas y minerales, y hacíamos el alimento nosotros. Después para el feedlot, surgió la posibilidad de utilizar el concentrado al 10% al que solo le agregábamos maíz. Ya me habían dicho que los productos de Primia andaban muy bien y decidimos contactarlos. Ellos nos visitaron y asesoraron muy bien. A partir de ahí, decidimos probarlos por una cuestión de diferencia de precio y buena calidad, y hasta hoy viene funcionando muy bien.

Al principio empezamos con el concentrado al 10% para los terneros del feedlot. Pero más tarde, como en el tambo no solíamos utilizar las premezclas, ya que hacerlas era un proceso muy lento para cada maquinada, y al conocer que ellos las proveían, pedirlo nos convenía tanto en costos como para simplificar procesos. La respuesta de Primia siempre fue muy buena, tanto en la calidad de producto como en la asesoría ante cada situación que surgía. Desde un primer momento venimos trabajando muy bien, los productos son estables y el servicio de asesoría que prestan es un diferencial para nosotros.

Gustavo es un enamorado de su trabajo y de su familia. Agradecido con la vida que le regaló la posibilidad de trabajar en la Escuela, realiza un trabajo muy comprometido con sus alumnos, logrando que ellos también tengan herramientas para enfrentar la vida fuera de la escuela.

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