Pablo Volpi, es Licenciado en Administración agraria y 3ra generación de productores agropecuarios en Urdampilleta, Buenos Aires. Hoy nos comparte su experiencia como productor de ciclo completo.
Egresado de la Universidad Nacional del Centro, Pablo Volpi reparte sus actividades entre diferentes sociedades vinculadas a la producción. Su bisabuelo dejó su pueblo natal de Pescara, Italia y desembarcó en Buenos Aires buscando nuevos horizontes. En Urdampilleta encontró un buen lugar para reinventarse en busca de la prosperidad que estas tierras le prometían. Comenzó trabajando haciendo agricultura y llegó a ser también productor de cerdos. Generación tras generación, el trabajo de campo se trasformó en parte de la identidad de la familia y así es como hoy la 3ra generación sigue cumpliendo el mandato familiar.
– ¿Cuál es tu actividad principal?
– Hoy lo que ocupa la mayor parte de mi tiempo es la venta de insumos agropecuarios: herbicidas, fungicidas, fertilizantes, etc. También hago gestión y administración agropecuaria, donde participa un pool de negocios. A la par, estoy muy dedicado a Urdam Agro, que es la sociedad que se dedica a la cría, recría e invernada de ganado bovino.
– ¿Cómo nace Urdam Agro?
– La sociedad comienzó en el 2005. Arrancó junto a dos ingenieros agrónomos y 60 mil pesos de capital. Eso era todo lo que pudimos juntar en ese momento. Buscamos algunos campos para producir, ya que no contábamos con tierras propias. Los alquilamos y empezamos a sembrar. En el 2011 nos iba bien y pudimos alquilar un campo bastante grande de 1300 hectáreas donde el dueño nos quería vender también las vacas. En ese momento no teníamos la plata, pero nos había ido muy bien en la cosecha, asique hicimos un trueque. Una tonelada de soja por cada vaca. Así nos hicimos con 700 animales y comenzamos a trabajar también la parte ganadera. Seguimos alquilando algunos campos más, en Macachín y otro pegado a Urdampilleta, en donde además de agricultura hacemos ganadería, a campo y de feedlot.
– ¿Cómo trabajan el feedlot?
– Nosotros hacemos encierre de enero a enero, con una cantidad controlada de animales. Manejamos entre las 2 sociedades poco más de 3500 animales, entre madres, machos y terneros.
En cuanto a la sanidad, como los suelos de la zona son bajos en cobre, suplementamos a los animales con dosis inyectables de liberación lenta desde el momento del tacto con un refuerzo anual. Ya llegando la fecha del parto, aplicamos la vacunación neonatal. Recuperada la madre y acercándose la etapa de un nuevo servicio, aplicamos la reproductiva. A los terneros les aplicamos 2 dosis para la neumonía, una al pie de la madre y otra al destete. Luego vamos con las clostridiales. En cuanto a los toros, cumplimos siempre con los raspajes previos al servicio y la vacunación reproductiva. Justo en esta época hacemos las pruebas de capacidad de servicio, que en general los resultados nos están dando un 3%.
– ¿Hacen algo de genética?
– Sí. Nuestros animales son muy requeridos entre los consignatarios de hacienda por la calidad. En cuanto a genética, hacemos líneas puras. Hacemos Aberdeen Angus y Shorthorn, y también los cruzamos con Continentales que es una genética que tiene mi viejo desde hace muchos años. De ahí sacamos novillos de exportación. De esta manera combinamos la velocidad de engrasamiento del Aberdeen Angus y su calidad de carne con todo el vigor híbrido de las Continentales. Sumando un mayor crecimiento en volumen de carne y un mejor rendimiento en el gancho. Con estos novillos hemos ganado muchos premios en los block test que hacen los frigoríficos.
– Contame más sobre los block test
– Con nuestros animales hemos participado en varios de estos tipos de competencia y hemos ganado muchos. Es un concurso de carnes que premia la calidad, conformidad y rendimiento de los novillos. Básicamente lo que se hace es pesar el animal vivo, después se faena y se pesa la carne. Se analiza su calidad, se evalúa el labio del ojo de bife, la grasa y se hace la sillaza, etc. Es un primer control de calidad que se hace sobre los novillos y permite valorar la aptitud carnicera que tiene un grupo de animales para producir reses de alta calidad.
– ¿Cómo es la dieta nutricional de tus animales?
– En un principio, mantenemos los animales con pasturas naturales y rastrojos. En invierno, si suplementamos con silo, y lo que este faltando lo completamos con concentrados.
En cuanto a los terneros, una vez destetados les damos avena o centeno con vicia. En esta zona, la vicia anda muy bien, está muy adaptada y le aporta una buena dosis de proteína. También utilizamos concentrados de Primia para terneros en casos de destete precoz. En el encierre, utilizamos concentrados proteicos con maíz, cuando apuntamos a novillos de exportación. En invierno suplementamos a las vacas de cría con sales magnesiadas para prevenir perdidas por hipomagnesemia.
La nutrición es fundamental. Sobre una base de una buena genética, la nutrición correcta potencia los resultados, así como una mala nutrición puede destruir cualquier genética por mas buena que sea.
– ¿Qué es lo que más valoras de Primia?
– Para mí lo fundamental es tenerlos cerca y la disponibilidad. Al tener varias sociedades, llega un momento que voy de una sociedad a otra porque me quede sin bolsas y con un llamado en general me resuelven el problema. A veces no llego a planificar bien las compras pero sé que puedo contar con el producto. En cuanto a la calidad, los productos son buenos y estables.
Los resultados nunca vienen solos, el trabajo, la dedicación y el esfuerzo son siempre la clave. Para Pablo no hay días libres, es un apasionado de su trabajo y le dedica de lunes a lunes la mayor parte de su tiempo. Desde los 10 años, cuando a su madre la llamo el tata Dios y su padre lo llevaba al campo en el tractor para que no quedase solo, el mandato familiar del trabajo está presente.