El objetivo principal es que el ganado recupere su peso a la compra. Para lograrlo, debe llegar a su consumo normal lo más rápidamente posible y así integrarlo en el programa de engorde. Este peso se recupera mediante una adecuada hidratación y alcanzando rápidamente tasas de consumo óptimas, ya que al arribo el ganado presenta consumos muy bajos.
Los programas de recepción tienen como objetivo que el ganado que llega al corral se adapte al nuevo ambiente en el menor tiempo posible. Un indicador importante de esta adaptación es que el animal recupere su peso al momento de la compra. Se considera que un animal de 180-200 kg de peso logró estabilizar su consumo cuando este está alrededor de 6 kg. En bovinos de 280 a 300 kg cuando consumen 8.5 kg de materia seca.
Una de las principales restricciones con la que nos encontramos en el período de recepción es el consumo limitado o bajo de los terneros. Estudios de Hutcheson (1986) demostraron que el consumo es muy limitado en animales recién llegados; esto se hace más problemático si los animales están enfermos.
Fuente: Modificado de Hutcheson y Cole (1986)
Por lo tanto, una de las estrategias es incrementar la densidad nutritiva de la dieta. Aunque esto debe ser muy cuidadoso, ya que se pueden provocar desórdenes digestivos que pueden resultar más contraproducentes en esa etapa tan delicada.
El aumento de la densidad de nutrientes de la dieta por la modificación del nivel y fuente de fdn, por la modificación del procesamiento de granos, por el aumento de la concentración y la calidad de la proteína, o bien, por la adición de suplementos energéticos son posibles estrategias para obtener un mejor comportamiento en los primeros días de corral de engorde.
En esta etapa es importante usar forraje de regular a buena calidad, agua de calidad y asegurarse que tengan minerales con al menos 1 a 1.3% de potasio (K). Esto ayuda a la recuperación del potasio perdido durante el transporte, disminuye los efectos del estrés y permite la pronta rehidratación de los tejidos. Lo que se refleja en un mejor estado de salud y una mejor ganancia de peso en los primeros 28 días. El ganado acostumbrado a consumir sólo forraje debe ser gradualmente adaptado a las dietas para evitar desórdenes digestivos.
Fuente: Modificado de Hutcheson (1986)
Por lo anterior, es de gran importancia en la recepción, considerar emplear alimentos de alta aceptabilidad, y evitar el uso de alimentos no familiarizados por el animal como el ensilado, los forrajes toscos o enmohecidos, la harina de pescado o la harina de sangre.
Alimentación con dietas altas en grano
Los sistemas de recepción son variables. Si bien en general se plantean a base de forrajes acompañados de un concentrado elaborado a base de grano y algún suplemento nitrogenado más aditivos. Las dietas deben ser de alta aceptabilidad, que promuevan el consumo, con alta concentración de nutrientes digestibles y mínimo riesgo de presentación de desórdenes digestivos. Aun así, en los primeros 2 o 3 días, se recomienda dar solo forraje de preferencia, una mezcla de leguminosas-gramíneas de buena calidad y con tamaño de partícula grande.
Se debe de empezar a dar la ración de recepción lo más rápidamente posible, pues como se ha mencionado anteriormente, se requiere ofertar una densidad mayor de nutrientes por unidad de materia seca por los bajos niveles de consumo. La ración de recepción se recomienda que se prepare con un heno de mediana a alta calidad. Generalmente los valores de concentrado de más del 55% en la dieta de recepción, pueden llevar a desórdenes digestivos. Por otra parte, debe tomarse en cuenta que estos niveles de concentrado no son números absolutos. Si existen problemas de salud se debe alargar el período de la dieta de recepción y llevar un registro del consumo voluntario.
Otros factores
En un programa nutricional de recepción para ganado en corral de engorde, se debe de tener presente el estrés al que está sometido el animal. El trasporte, los manejos, la distancia de viaje y las condiciones del mismo, el clima, el destete y la deshidratación, son factores que pueden modificar sus requerimientos nutricionales. Debe tenerse en cuenta que en el manejo rutinario de los primeros días de recepción se consideran las vacunaciones, la desparasitación, la aplicación de vitaminas y otras prácticas. Las instalaciones juegan un papel importante en la recepción, ya que los corrales deben ser preferentemente chicos para proporcionar una mejor observación y seguimiento a los animales, lotificar en forma homogénea y manejar más fácilmente el ganado. El espacio por animal no debe ser menor a 18 m2. Debe contar con al menos 3 m2 de sombra por cabeza y 60 cm lineales disponibles de bebedero. Se recomienda que los corrales sean más largos que anchos, esto hace que el ganado no se agrupe al fondo y esté más cerca de los comederos y bebederos.
Fuente consultada: Alimentación de ganado bovino con dietas altas en grano, de Germán David Mendoza Martínez y Raúl Ricalde Velasco. Editado por Casa abierta al tiempo. Universidad Autónoma Metropolitana, México.