Germán Cantón es veterinario especialista en Sanidad Animal en INTA EEA Balcarce. Hoy nos comenta sobre las neumonías en terneros y nos comparte recomendaciones para evitar pérdidas.
Germán Cantón es médico veterinario egresado de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Tandil) y es el responsable del Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado (SDVE) del INTA EEA Balcarce. También colabora con la Residencia Interna en Sanidad Animal. Participa en el Grupo de Sanidad Animal, en diferentes Proyectos de Investigación.
— ¿En esta época debemos tener alguna atención especial sobre los terneros?
— Sí. Este momento, debido a las condiciones de manejo en los sistemas de cría, cuando se realizan los destetes, es el más propicio para el desarrollo de enfermedades respiratorias. Los terneros son separados de sus madres y diversos estudios demuestran que es el momento donde el animal sufre el mayor estrés de toda su vida productiva.
Si el sistema de cría se realiza en su propio establecimiento, realizando también el engorde y la invernada, seguramente el estrés del ternero no sea tan intenso. A diferencia de un criador que destete sus terneros, los cargue y los venda.
El estrés es el principal factor predisponente para los cuadros de neumonía, donde el animal libera diferentes hormonas que provocan una inmunosupresión. Esta situación permite que bacterias que están comúnmente formando parte de la microbiota normal de las vías aéreas superiores, bajen hacia los pulmones y provoquen los cuadros de neumonías.
— ¿Qué es la neumonía bovina?
— La neumonía es una patología que afecta al aparato respiratorio del animal. Más simple: una infección del pulmón. Hoy es una de las principales enfermedades que provoca pérdidas en los sistemas de engorde. En general es mucho más frecuente en los sistemas de engorde a corral, donde genera una mayor cantidad de animales afectados, que en sistemas pastoriles.
— ¿Cuáles son los principales agentes causales de neumonías?
— Son varios los agentes causales de neumonías y hay tanto virus como bacterias. En cuanto a los virus hay algunos que per se provocan cuadros de neumonías, como pueden ser el virus respiratorio sincitial o el virus de la parainfluenza tipo 3. A su vez existen otros virus como el virus de IBR y DVB, que de por si provocan inmunosupresión y pueden llegar a predisponer la infección. Normalmente lo que termina matando al animal como causa de neumonías son las bacterias. Donde tenemos como agentes principales a Mannheimia, Pasteurella e Histophilus. Pueden llegar a aparecer otras bacterias, pero son estas tres las más frecuentemente identificadas.
— ¿Cuál es la recomendación para su prevención?
— En líneas generales, la herramienta que tenemos para prevención es la vacuna. La recomendación es realizar su aplicación en 2 dosis previamente al momento del destete. Si esto no ocurre, la eficiencia de la vacuna al aplicarla en el mismo momento del destete bajaría notablemente. Ya que el animal puede estar inmunosuprimido (como ya se mencionó antes), por lo cual la vacuna no respondería como corresponde.
Cuando uno es productor de ciclo completo, aplicando el plan sanitario como corresponde, los casos de neumonías seguramente se controlan más eficientemente. En situaciones complejas de adquisición y traslado de terneros de diferentes orígenes para incorporarlos al sistema productivo de corral, sabiendo que esos animales no están previamente vacunados, genera un ambiente propicio para el desarrollo de enfermedades respiratorias que se manifiesta en pérdidas cuantificables.
Si cabe la posibilidad de conocer el origen de los animales, se podría acordar con el vendedor para realizar la aplicación de las vacunas mientras los terneros todavía están al pie de la madre. Si esto es imposible, se debe realizar la vacunación apenas ingresan al establecimiento.
En casos de lotes muy castigados, donde se sabe que los animales llegan con complicaciones, como última alternativa se recomienda la metafilaxia, que implica la aplicación de un tratamiento antibiótico inyectable a toda la tropa, al ingreso. Esta práctica en general se desaconseja por la posibilidad de ir generando resistencia a los antimicrobianos que se usan habitualmente en medicina veterinaria. La alternativa de incorporación de antibióticos en la ración, no se recomienda, porque los animales afectados con neumonía generalmente no consumen el alimento y podrían quedar subdosificados, y generar resistencia.
Se dan casos también, en donde se plantea que el tratamiento con antibióticos no generan una respuesta favorable. En la mayoría de los casos, la situación surge de una aplicación tardía en donde el animal ya tiene “tomados” los pulmones. Es este caso el antibiótico puede estar eliminando las bacterias aunque no se previno el cuadro clínico.
— ¿Cuáles son las pérdidas generadas por la neumonía?
— Hay estudios internacionales que demostraron el efecto negativo que genera una neumonía, curada inclusive, en lo referente a ganancia de peso y calidad de la carcasa.
También se dan casos de estudios que plantean que en animales enviados a faena, en el momento de la revisión en el frigorífico, se observaron casos pasados de neumonías en algún momento. A pesar que el registro del feedlot nunca fue diagnosticado ni recibió tratamiento. En esos casos, los animales presentaron una menor ganancia de peso durante su engorde y una menor calidad de la carcasa.
— ¿Cuáles son los primeros signos de una neumonía?
— La primera manifestación de la aparición de la enfermedad es la anorexia, la falta de apetito, el desinterés por el alimento. En caso del sistema a corral, esto es muy difícil de identificar a tiempo. Generalmente pueden detectarse animales que no vienen al comedero en el momento de suministro, por lo que se recomienda prestar especial atención a este punto al momento de reparto del alimento.
— ¿Una recomendación final?
— La recomendación en estos casos es tratar de aumentar las recorridas de los corrales en los que uno sabe que puede haber cuadros de neumonía y así lograr detecciones tempranas. Pasar los animales por la manga y tomar temperaturas. Tratar los animales afectados y seguir de cerca su evolución.
El primer mes de recibidos los animales es clave. Alinear al personal del establecimiento para que presten especial atención en las recorridas. Otra vez, la detección temprana es la mejor herramienta para evitar pérdidas futuras.