Soraya Arnal, es una verborrágica y curiosa ingeniera química que controla la calidad del producto final que entrega Primia Nutrición. Orgullosa de su profesión y de su trabajo, nos cuenta cómo desarrolló el área, cómo montó el laboratorio y cómo chequea cada paso productivo.
Soraya Arnal, es Ingeniera química, egresada de la Universidad Nacional del Centro en Olavarría, y tiene un posgrado en Seguridad e Higiene. Hoy está cargo del Área de Calidad y al mando del moderno laboratorio de Primia Nutrición. Cuenta con una sólida experiencia en un importante laboratorio de control de calidad de mieles para la exportación y, también en el área comercial y técnica de una empresa francesa especializada en higiene industrial. En una profesión con avances constantes, la ambición de Soraya por actualizarse y mantenerse al día, la llevan a participar de cuanto curso de especialización profesional sea posible.
– ¿Cuál es tu rol en Primia?
– Estoy a cargo del Área de Calidad. Desde un principio se me confió el proyecto de desarrollar el área, incluyendo el laboratorio y su equipamiento.
Al principio realizamos un completo análisis de cuáles eran las principales características de calidad que queríamos controlar, tanto en los insumos como en los productos finales que salían de planta. De ese análisis, derivaron las necesidades de equipamiento a incorporar para poder realizar los controles. Así, a lo largo de los últimos 4 años, se hizo una fuerte inversión en tecnología para equipar el laboratorio como lo tenemos hoy. No creo equivocarme si planteo que contamos con el laboratorio de control de calidad de alimentos balanceados mejor equipado de la zona.
En Primia la calidad no es un elemento más, sino una prioridad. La marca tiene su foco claramente orientado a entregar productos de excelencia con una estabilidad garantizada.
— ¿En qué procesos interviene el laboratorio?
– El laboratorio interviene desde el principio del proceso productivo y lo acompaña a lo largo de toda la elaboración, culminando con un análisis final a la salida de cada partida. Implementamos procesos estandarizados de calidad.
El primer control es al ingreso de las materias primas. Éstas se analizan para determinar si cumplen con los requisitos solicitados. Una vez aprobadas, se autoriza el ingreso a planta y se archiva una muestra identificada de la partida por un periodo de 6 meses. También intervenimos durante los procesos, principalmente los continuos, como es el caso de la aceitera, en donde se realizan chequeos periódicos para evaluar la calidad del producto entregado. Finalmente realizamos los controles de calidad de cada lote que se elabora en la planta de balanceado. En el caso de los productos más sensibles, estos controles se incrementan acorde a las necesidades.
Por otro lado, formamos equipos de trabajo con los asesores de buenas prácticas de manufactura (BPM) y de seguridad e higiene para llevar adelante los procesos de mejoras continuas. A partir del fruto de estos trabajos logramos obtener la certificación de buenas prácticas de manufactura con IRAM para nuestras 3 Plantas.
— ¿Con que equipamiento cuentan?
– Tenemos un equipo NIRS, que es una tecnología muy moderna, la cual permite determinar la calidad del producto a partir de una lectura rápida; que no requiere moler, tamizar ni secar dicha muestra, logrando el control en un tiempo muy reducido. Esta tecnología compara la curva de infrarrojos de la muestra con la base de datos del equipo, dando resultados casi instantáneos sobre parámetros tales como humedad, proteína, almidón, materia grasa, etc. Lo utilizamos tanto para determinaciones de calidad de cereales y derivados, como de alimentos balanceados.
El laboratorio también está equipado con una estufa de secado, para cuantificar materia seca. Una mufla que nos permite hacer análisis de cenizas. Equipamiento de última generación Foss, para determinar proteínas y fibra cruda. Contamos además con equipos varios como: pHmetro, baño termostático, balanzas analíticas, etc., para realizar análisis de actividad ureásica, índice de acidez, índice de peróxidos e índice de saponificación en aceites. También se pueden detectar micotoxinas y controlar la calidad de pellets.
— ¿Cómo se beneficia el productor con los servicios del laboratorio?
– En muchos casos el productor quiere aprovechar los cereales, pasturas o ensilados que tiene en su campo y complementarlos para lograr una buena nutrición y cumplir con su objetivo productivo. Para ello nuestros asesores técnicos aprovechan el servicio de laboratorio para evaluar la calidad de los insumos y basándonos en los resultados, nuestro nutricionista desarrolla formulaciones a medida para equilibrar la dieta. Este es un servicio que ofrece Primia sin cargo para nuestros clientes, y el laboratorio interviene garantizando la calidad de estas formulaciones.
Por otro lado, un productor puede traer muestras de sus granos o insumos para ser analizados y conocer la calidad nutricional o el valor comercial de los mismos. Nuestro laboratorio, ofrece el servicio de análisis a quien lo requiera.
Un completo laboratorio especialmente planificado para la realización de controles exhaustivos en cuanto a nutrición animal, no es algo que toda empresa disponga. Contar con esta tecnología implica un profundo compromiso para mantener los estándares lo más altos posible. En Primia, la calidad es un pilar fundamental; concepto que se respira y que se controla. Soraya es su guardiana, y bajo su responsabilidad está la firma que imprime en cada certificado que valida los productos que la empresa entrega a sus clientes.