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Insistimos en esta problemática que comienza a principios del invierno y tiene una tasa de mortandad muy alta, principalmente en la cuenca del Salado. Prevenir siempre es la práctica más recomendada y con la que nos podemos evitar grandes dolores de cabeza por pérdidas.

La hipomagnesemia es un desorden metabólico en los rumiantes, que aparece en regiones templadas, con clima frío y húmedo y en sistemas de producción basados en la alimentación del ganado en el pasto. En algunas regiones de nuestro país, la hipomagnesemia es un verdadero problema, principalmente en animales pastoreando verdeos de invierno. Por ejemplo, en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, es la primera causa de mortandad en vaca de cría con una incidencia del 4% de mortandad en los rodeos afectados.

Especialistas del INTA expresan que existen dos tipos de hipomagnesemia: “La primaria, cuando el contenido de Mg en el pasto es menor al 0,20% de MS –condición que no cubre los requisitos mínimos de ese mineral por parte del animal– y la secundaria, cuando el contenido de Mg en el alimento es el adecuado, pero la presencia de elementos interferentes impiden su absorción y utilización”, un ejemplo de este último caso sería el potasio.  Ante cualquiera de los dos escenarios, lo recomendado es involucrar a un especialista para determinar el tratamiento adecuado.

 INTA – Boletín técnico 161 – Hipomagnesemia presentó un pico de ocurrencia a fines de invierno – principios de primavera.

Esto está asociado al estado fisiológico de los animales, al estado de las pasturas y al clima.

Siempre prevenir es mejor

En estas épocas es donde debemos comenzar a estar más alertas ante esta problemática. Esta enfermedad genera grandes pérdidas económicas y se la considera multifactorial ya que intervienen diferentes aspectos (estado corporal, clima, suelo y planta). Para evitar los problemas que puede provocar el consumo de pastos con rebrotes hay que controlar con mayor atención al rodeo.

Esta enfermedad afecta principalmente a vacas que están gestando, o con un ternero al pie. Estos son momentos de alto requerimiento de magnesio por parte del animal, y como no tiene capacidad para movilizarlo de sus reservas, es necesario suministrarlo todos los días con la dieta. Otros factores que pueden colaborar para que aparezcan muertes por esta patología son la presencia de vacas muy gordas y la utilización de verdeos de invierno (avena, trigo, cebada). Es fundamental comenzar con la suplementación de magnesio al animal en la cantidad necesaria.

Ernesto Odriozola, ex-responsable del Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado (SDVE) del INTA Balcarce, subraya la importancia del control en los animales “ya que uno piensa que cuanto más gorda la vaca mejor, y la realidad es que cuanto más gorda está más magnesio necesita”.

 

Por lo tanto para prevenir la hipomagnesemia, el Mg debe ser suministrado con la dieta, exclusivamente por vía oral. El uso de inyectables no tiene ningún valor como preventivo, ya que el animal no tiene capacidad para almacenarlo y el exceso que pudiera recibir lo termina eliminando rápidamente por la orina.

Los requerimientos totales  son de 30g de Mg /día para un animal adulto y 6g/día para terneros. Siempre se deberá dar conjuntamente con una fuente de energía para favorecer su absorción.

Recomendamos algunas prácticas de manejo

  • Debemos reservar pasturas de otoño, rastrojos de maíz, fardos o rollos para suplementar a los animales durante el período de riesgo.
  • En lo posible, evitemos que los animales lleguen demasiado gordos al parto. Podemos aumentar la carga animal/ha o restringir el consumo desde el destete hasta un mes antes del parto.
  • Cuando realizamos un cambio de pastura o alimentación, siempre es aconsejable llevarlo de forma gradual, para que el animal se acostumbre.
  • Mantener la suplementación durante el período de riesgo de los animales, desde la parición, hasta el pico de lactancia.
  • Junto con el Mg. hay que suministrar energía fácilmente utilizable para que este se absorba correctamente.
  • Aumentemos la frecuencia de recorridas en el período de riesgo con el objetivo de detectar tempranamente los animales con signos y poder tratarlos a tiempo.
  • Es una buena práctica, rotar a los animales de potrero en lo posible.
  • Debemos garantizarnos que los animales tengan buena cantidad de agua disponible.

Cuando tenemos un animal con síntomas

Los expertos recomiendan que en casos donde los animales muestren alguna sintomatología, se debe recurrir a una fuente de Mg inyectable, teniendo en cuenta que sólo elevará la magnesemia durante 24 a 48 hs. Por lo tanto, pasado ese tiempo, tenemos que asegurar un nuevo aporte de Mg por vía oral, preferentemente suplementando su dieta. Además es necesario proveer una fuente de energía o glucosa por vía parenteral, para favorecer la absorción de Mg. Siempre mantener al animal hidratado y protegerlo si las condiciones climáticas son adversas.


A tener en cuenta como conclusión

La muerte se desencadena en forma rápida, sin síntomas o con sintomatología clínica neurológica (temblores musculares, andar descoordinado, excitabilidad, postración, pedaleo y muerte). Los técnicos de sanidad animal del INTA destacan “es importante que productores, médicos veterinarios e ingenieros agrónomos estén atentos ante casos de muerte en vacas y considerar como posible causa de muerte aguda a la hipomagnesemia, además de consultar a nutricionistas, para no descuidar los niveles de magnesio en el alimento¨.

Existe una gran variedad de suplementos vitamínicos y minerales en diferentes formatos que complementan la dieta y garantizan la cantidad de magnesio requerida por el animal.
Una opción son los bloques de magnesio blandos, semiblandos o duros, producidos a base de afrechillo de trigo y melaza. Pero estos no han demostrado resultados eficientes ya que su consumo en general es aleatorio y errático, sin garantizar que la totalidad de los animales lo ingieran. En el mercado también se encuentran las sales de magnesio en polvo, que le sacan el sabor amargo a dicho magnesio y lo hacen más atractivo. Estas se deben entregar junto con granos o algún forraje, ya que, si se las ofrece solas, el animal tiende a rechazarlas. Otra opción que ha demostrado mejores resultados es una premezcla peleteada, compuesta con afrechillo de trigo y saborizantes que lo hacen mucho más atractivo para el animal.

 

Por: Matias Aba, médico veterinario y técnico comercial de Primia

Fuentes consultadas:

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